Y es que no solo el mundo de los jóvenes está lleno de tecnología, accesorios, juegos y frikis. Carmen Bustamante Barangó, a sus 75 años ha preferido tener un emoticono en la esquela al fallecer en lugar de la típica cruz.
Y es que la fiebre por los emoticonos ya parece llegar hasta el otro barrio, así que si estabas pensando hacer algo similar el día de mañana, ya no vas a ser el primero.
Este viernes falleció Carmen, que a sus 75 años ha decidido convertirse en la primera persona que ha sustituído la típica cruz por un emoticono. Ni que decir tiene que no era demasiado creyente y no quería tener símbolos religiosos, aunque los emoticonos parecen estar convirtiéndose en una nueva religión.
En concreto ha usado el guiño de whatsapp, al que debía estar habituada para elegir precisamente ese. Como puedes ver en la imagen, la esquela da un mensaje normal, partiendo del «Acabó su viaje – en este mundo-» a modo continuación.
